Origen Esta raza de perro es de trabajo originada en Europa antes de la era cristiana. Desde mediados del siglo XVII el centro de cría más importante ha sido el hospicio de San Bernardo de Menthon, en el paso del Gran San Bernardo, al este del Mont Blanc. Los monjes emplearon al San Bernardo como perro guardián y, más adelante, para rescatar a las personas extraviadas y enterradas por las ventiscas. Durante los últimos 300 años han salvado la vida a miles de personas enterradas bajo la nieve y han guiado a los equipos de rescate de vuelta al hospicio en medio de la tormenta, sirviéndose para ello de su olfato y sentido de la orientación. El San Bernardo recibió su nombre actual en 1880.
Descripción
Este perro es de contextura grande y poderoso, de unos 70 cm a la cruz y de 70 a 90 kilos de peso, algo menos en las hembras. Tiene una cabeza de aspecto robusto, hocico corto, orejas caídas y medianas, ojos oscuros, cuello fuerte, paletillas anchas e inclinadas, lomo ancho y una cola larga y pesada, con la punta redondeada. Existen dos variedades de San Bernardo: una tiene el pelaje corto, suave y denso; la otra, moderadamente largo. El segundo tipo se desarrolló a partir de 1830, cuando el primero fue cruzado con el Terranova. Los San Bernardo son rojos y blancos.
Carácter
Es un perro muy bueno con todos, obediente, muy fiel, tranquilo, reflexivo, cariñoso y juguetón. Está dotado del poder de prever las variaciones atmosféricas. Frecuentemente odia a los perros pequeños.
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